todos duermen
mirando la pared
dándose la espalda
(más que eso, pienso.
pero no puedo definirlo)
un televisor queda prendido
hasta que una mano desenchufa
todo
para irse a dormir
como si también apagase
lo encendido que tiene adentro
desde que despertó temprano por la mañana.
la habitación
quedó a oscuras
me silencio y dirijo a la ventana
que siempre está abierta
miro el cielo
detengo la mirada en las estrellas que más brillan
busco satélites por ovnis
mientras pienso que deseo pediré
por si acaso una estrella fugaz aparece.
I
despierto.
puedo oler la humedad de las hojas
mojadas por el rocío de la madrugada
entrando por la ventana que quedó
abierta cuando me dormí
mirando las estrellas
de un cielo del sur.
II
iré a la montaña.
no podía decir nada,
porque estaba lejos de
los animales
de los árboles
de las piedras saladas.
nada de lo que dijera
se convertiría en canción.
prefería estar sentada
mirando para allá
que para acá
donde nos encontrábamos
desencontrados.
porque nos hicieron
perder.
nos hicieron perder...
un anciano
se sienta en la mesa
frente a un plato blanco
y en el centro
una cebolla.
comienza a desprender
sus capas
en silencio y con calma.
una puerta
sangre manos
una niña
dos repasadores
son llevados
por un auto blanco
al hospital.
Micaela Godoy nació en agosto del 94’ en la ciudad de Chamical, La Rioja. Vivió allí hasta fines del 2003. Luego estuvo de vacaciones durante casi trece años en distintas ciudades de la provincia de Río Negro. Actualmente trabaja en su primer libro de poesía que será traído a la luz junto a las chicas de Objeto Editorial.
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