lunes, 22 de octubre de 2018

Martín López







1

Tiro la correa del Chubi
si se acerca a otro perro
porque no sé si es perro o perra
y en realidad
podría el Chubi querer fornicar
con él o ella
y me vería en una situación
muy vergonzosa con su dueño o dueña
quien podría perfectamente no estar de acuerdo
con que forniquen nuestros perros




4

Veo a una pareja peleando
parece que salieron a trotar

parece que habían salido a trotar
veo a una pareja peleando
en el parque que está muy bonito

veo pelear a una pareja
pareciera que están casados
y sus ropas lucen deportivas

presumo que están casados
se nota que salieron a trotar
eso es seguro
están con las caras rojas
y también están peleando

no sé por qué están peleando
los veo mirarse el uno al otro
con gestos de irritados
ella antes le estaba gritando
pero ya no

ahora escucho
que le grita alguna cosa
pero no entiendo muy bien lo que dice

creo que ya dejé de escucharlos por completo
porque en realidad seguí caminando mientras eso pasaba
no me detuve




5

Chubi     no hagas eso
no te comas las heces
que hay entremedio
de esas amapolas blancas

¿no sabes acaso
que tú mismo las dejaste ahí
arrojadas hace al menos
unos 4 minutos?

Ya hay moscas incluso
circundando esas flores




8

No quisiera que el Chubi
pisara algún vidrio roto
de botellas
de un borracho
que dejó aquí rotas
porque estaba demasiado
imbécil
y rompía botellas
contra las piedras
enojado porque estaba
durmiendo en el rio

Ojalá el Chubi no pise uno de esos vidrios
que hay ahí entre las piedras
cuando paseamos junto al rio




9

¿Cuenta como andar tirando basura
cuando me quedo solamente
con la colilla del cigarro
y la meto dentro de una lata
de cerveza que ya estaba vacía
y ahí tirada entre la basura
que ya estaba en el suelo
y que no tenía nada que ver conmigo?
Cuando meto el cigarro ahí
adentro de la lata
pensando que no tengo nada que ver entonces
con esa basura porque ya estaba ahí
y no estoy tirando más basura
de la que ya había
en el suelo




12

Al chubi le llega la luz del sol
justo por el costado
Del otro su sombra deja ver
perfectamente la definición de sus pelos
por todo su cuerpo

el Chubi se acerca a los regadores
que están encendidos tirando agua

infinitas gotitas le mojan su pelaje
él tiene sed
tenemos que volver a casa


Siguen cayendo
pétalos de amapola
todavía a esta hora
sobre las heces
  




Martín López (Santiago, Chile, 1997). Estudiante de Artes Visuales en la Universidad de Chile. Becario del taller de poesía 2018 de la Fundación Pablo Neruda. Participación del taller de poesía de Raúl Zurita. Participación en la residencia del festival internacional de poesía de rosario (FIPR).


jueves, 11 de octubre de 2018

Camila Urresti







SIMULACIÓN

estoy sentada en el medio del bosque
viendo los insectos que pasan
camino incómoda entre la maleza
descalza porque así parezco
más salvaje
suenan tambores de fondo
y hay un lago a lo lejos
de pronto
a mi alrededor se van cayendo
de a una las paredes
que simulaban el paisaje
es de noche y estamos
en una cueva a cinco mil metros
sobre el nivel del mar
no tenemos rostro
encendés un fueguito
se escucha de fondo una gotera
la canilla que quedó perdiendo
hay un riesgo de inundación y no quiero
que el poema nos desborde
capaz hay algo que no tengo que contar
capaz hay algo que no tiene
que despertarse todavía




ESTA CASA

el otro día enumeraste
las distintas especies de arañas
que habitan en esta casa
todas son venenosas
pero sólo algunas son letales
de noche el silencio es total
la vida está apagada
a pesar de la caída de las ramas muertas
sobre el techo
y el peligro siempre latente de la naturaleza
un árbol aplastó la casa del vecino el mes pasado
y a otro lo picó un alacrán que ahora guarda
en un frasco sin tapa
también hay un nido de algo entre las calas
lo descubrí el otro día rastrillando las hojas
te cuento todo esto a las 2:30 de la mañana
porque estaba soñando que teníamos
una conversación agradable
y un escarabajo se metió dentro de mi cama
y caminó entre mis piernas y de pronto
eran miles y me estaban invadiendo
algunos sabían volar como helicópteros
en una gran guerra de insectos asesinos
todo esto sucedía y no pensaba más que en contártelo
decirte que nadie se salva del miedo
ni de la velocidad de un bichito furioso
que acelera sin luces por la habitación de noche
y te ve delante y te choca sin pudor
como un auto oscuro con el caparazón gigante
esa vez que te perseguían en la ruta
vos también estabas asustado
y te refugiaste en la estación de servicio
nadie se salva del miedo a lo que ocurre
rápido detrás sin que sepamos qué es
latiendo como un corazón escondido en la madera
una tarde de domingo junto a un árbol
que parece inofensivo




CIRUELO

¿qué haríamos vos y yo ahora si estuviéramos
en la tormenta
atados en cuerpo y agua contra el pasto
enterrados hasta el fondo en el barro
junto al ciruelo que florece
sobre las lonas mojadas bajo la nube
que nos persigue siempre
y vuelca con su peso el agua
y todo se resbala y se escapa de las manos
como un llanto que empieza a llegar despacio y agita lejos
los árboles?
pero acá todavía
no lo sentimos tanto
un cable suelto se queda golpeando al costado del camino 
un poste de luz
las cosas que nos pasaron se están empapando
en un gran basural a cielo abierto




CUARENTENA

mi mamá baja una montaña grandísima
las ramas y las piedras la cubren por completo
siente lejos en su cuerpo un país en cuarentena
pero está cerca
se murieron tres o cuatro hijos
los olvida mientras baja una montaña grandísima
como un vientre blanco que se eleva
va esquivando las zonas de peligro
curvándose como el agüita de un arroyo
y conoce el camino aunque lo siente extinguido
y siente el dolor que eso le provoca
aunque es la primera vez que baja la montaña
se dirige directo al aire sucio
como un roedor
va buscando y empieza a encontrar los cadáveres
alrededor de los cadáveres la tierra no forma nada
se queda callada y sola
ciudades enteras fueron enterradas por la peste
mi mamá las pasea
en medio del campo exterminado quiere ayudar
a curar a los enfermos
que están buscando ayuda y no saben si está acá
o en otro lado




LUCY

dejo los árboles
me está invadiendo un hombre
que todavía no nació
dejo los árboles con mi quinto hijo
su peso dentro de mí me impulsa hacia la pradera libre y sola
el viento caliente despeja el pastizal
ellos vienen en manada
oscurecen el espacio a medida que se acercan
como barro que se acumula entre las plantas
la piel se me eriza por debajo del pelo
es agradable sentirse así
en la cima fui tejiendo un plan para nosotros
para comer por los años que nos quedan
ellos se paran a mirarme
con las patas traseras firmes sobre el suelo
no estuvieron pensando en mí y algún día
me despedirán y seguirán su camino
con la cara manchada de sangre me preguntan
si quiero un poco
si quiero más
me quitan mi porción
me arrastran hacia los pantanos
me ensucian, se encariñan
temen mi muerte porque no sé cruzar el río
caminan decididos hacia mí cada uno con la fuerza
de millones de ellos



Camila Urresti nació en Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina) en 1995, donde actualmente reside. Es estudiante del Profesorado y la Licenciatura en Letras en la UNMDP. Participó de la Residencia de jóvenes poetas del Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR). Es organizadora del encuentro mensual de poesía ELICSYR. Recientemente ha publicado el libro La vida primitiva (Editorial Goles Rosas).

miércoles, 3 de octubre de 2018

Fernanda Mugica






i.


te vi en una tormenta de verano
te fijaste en la línea que separa
mi cuerpo en dos / el deseo
como una plomada imaginaria
si vas a nadar crawl 
que sea pasando la rompiente
y donde no hagas pie

le pedimos claridad
al universo
pero nos advirtieron
sobre la transparencia de medusas
y las medusas
no estaban
despedazadas


no esperes que te salve
la trompada de nadie
hay algo como un clima
de época
y nos está hundiendo




ii. partir de irse


que cuando llegaron las rutas pavimentadas
pasó lo contrario de lo que esperaban: el lugar
quedó despoblado: la gente
usó las vías para escaparse
¡mirá de lo que estamos hablando, fernanda!
todo bien, me alegra
que estés atento a la conversación:
así funcionan casi todas las cosas
volvemos a casa y miramos una película
sobre ser extra en tu propia vida:
trabajar en un peaje en la ruta
un día irse: no estar ahí para juzgar
ni para cobrarle nada a nadie

yo sólo estoy buscando
materiales para la ficción
por eso dije ¡gracias!
cuando me iba
aunque en verdad no me habías
dado una mierda
(salvo la vida
que no está bien ni mal son solo cosas
que pasan)
vos en cambio preguntaste:
¿me estás grabando?
no querido, en cuanto hayas
leído esta carta quémala
pero cuidado:
extra
puede también ser algo
que estuvo de más





iii.


me paso de la raya y sigo
como ese niño árabe
que escribe en la pizarra:
llega hasta el borde 
y baja / la perfecta
serpiente / no se corta
porque avanza -ahora-
de derecha a izquierda
pero si nada tiene
ningún sentido:
no es que vaya a cambiar
las mareas
no es que vaya a cambiar
el hemisferio
no es que vaya a cambiar


yo sólo quiero
entrar a tu casa
de noche
mirar los afiches en tu pared
cerrar la puerta
y no haber cometido ningún crimen

pero me quedo
mirando cómo crece
la luna / eso vos lo sabés
es de izquierda a derecha
lo discutimos ya
y me enojo
en la lengua que puedo
ahí tenías razón:
estás tan deslumbrante como tu entorno
huele a que algo se está cocinando
sin querer / fui con una tijera
al aeropuerto de Morocco
a veces repetimos las palabras
para sentir que vuelven
pero los días no
y ojalá los recordáramos con alegría





iv. El núcleo duro
 
llegué a casa y mamá estaba pegando un plato roto
un plato que yo rompí
ahora estoy sentada
mirando una grieta en el piso
¿qué define la línea
por donde se quiebran las cosas?
me pondría a bailar cualquier canción
pero todo lo que hay es un trasfondo de tristeza.
sorry
we could not calculate
walking directions
from Hashima Island

porque Hashima Island
es  tu versión extrema de algo
que no querés decir
estás  / acorazada
en la misma frecuencia que una isla
abandonada / al sur de Japón
estás / en una base espacial
instalada / en una galaxia distante
en un linfoma de hodking
no sabés /si es un cráter o un cáncer
mirás tu cuerpo desde un telescopio
no ves si es un planeta
o un fondo de pantalla pero extraés un diagnóstico
y las tomografías computadas son fotos de la luna
y vos sabés como jactarte del radio de la luna
ese es el núcleo duro:
estamos en el centro de la perfección

así suena alguien que perdió su argumento
y está haciendo como si todo
estuviera bien
alguien que ya no busca
belleza
o amor
en  su vida con bordes
borroneados
estás / demasiado enojada
en el límite de vos
tenés que soltar algo que no podés soltar
-espadas-
y escribís sobre cosas abstractas
porque si conectás
con sentimientos
te caés
y lo sentimos

pero no podemos calcular
distancias
desde Hashima Island

este es el núcleo duro del poema
este es el núcleo duro
este es el núcleo :
el verano para siempre
va a ser
este verano
un verano
en que tu cuerpo se cae en el baño
y no podés
decir

(…)

noam,
la nuestra es una lengua de estados infinitos
y llegar al meollo de la cuestión
resulta poético en tu mundo
enajenado

es juan a quien conoces
transcurrir un libro es una actividad que no puede llevarse a cabo
la sinceridad no es el tipo de cosa que pueda ser asustada
fue ayer cuando vino, recordaba cuidadosamente a su madre

todo
para decir
que siempre
hay un núcleo
sobre el que se proyectan tus miedos
y emociones

la nuestra es una lengua de estados infinitos
this very sleeping child is getting me horny
la nuestra es una lengua de estados infinitos
this very hating moon is getting me hungry

muévase
cualquier cosa
a cualquier parte

pero no se olvide que la nuestra
es una lengua
de estados in finitos

porque el núcleo duro sos vos
el núcleo duro siempre
vas  a ser vos
aunque quieras moverte de ese lugar
siempre /
vas a ser vos
la vida va a ponerte en trances horrorosos
no-
soportables
pero tu subjetividad
va a seguir firme
y vas a cambiar tu criterio
de soportabilidad / tu ego
aunque te duela
va a sostenerte en pie
siempre
y sin embargo
la nuestra no va a ser
nunca una lengua
de estados infinitos
porque un día
vamos a caernos en el baño
y no vamos a poder
decir nada más
 


v. voy a aferrarme a cosas
 
voy a aferrarme a cosas
que ninguna máquina pueda
todavía
hacer por mí
voy a tener suerte
quizás tener suerte sea algo
que debiéramos valorar
todavía

vemos un cielo antiguo,
anterior a los drones.

qué es
grita un caballo ciego y desbocado
adentro mío
que desconfía
de su instinto
y se pregunta
qué es
de qué está hecho
ese universo
que todavía no puede
ser arrojado
como un dato
simple
binario
que se abre paso con más ánimo
que la verdad
que el río
que el universo
ciego
desbocado
que al fin y al cabo
cabe
en un mapa de bits



Fernanda Mugica nació en Mar del Plata en 1987. Publicó Alberta (Honesta, Mar del Plata, 2014), El núcleo duro (Goles Rosas, Mar del Plata, 2015), Un billete de mil australes encontrado en un libro de Carl Sagan (EMR, Rosario, 2018).