[De:
Una
cuestión de diseño, inédito]
(cordero
dopado security co.)
el
guardia de seguridad tiene una camisa vieja
y
sueña con jugar para los corderos dopados.
imprimir
las etiquetas interiores con las
anécdotas
especiales para que todos amen
su
prontuario en cada disertación de cada
cena
ejecutiva cada teatro con fuegos chinos
rematados
después de la revolución.
carreteras
por donde los corderos
cruzan
y el dopaje hace su efecto en los otros
como
maniquíes completando la escena.
otra
toma: el sujeto del saco rodeado de figuras
que
no hablan más que para pronunciar
“el
éxito de su sintaxis me conmueve señor” así
unidos
sin saberlo por lo que se pierde en
el
aire frito del lugar. ese mundo que nos toca
ventilar
pero que cuesta tanto
cuando
nadie quiere salir por las buenas
(usos
y costumbres del saco)
cuando
se habla de masa lo saturado
no
es el conglomerado humano sino
los
pensamientos idénticos la absorción
gratuita
de un discurso como identidad
con
camuflaje de “educación”. te recomiendo
leer
ensayo sobre un saco verde. hay un tipo
muy
simpático que come y otro que observa
perdido
en un bombardeo. la
hedukazion.
la
lektura
ase bien.
hay
un tipo simpático que
conversa
con una mujer
a
medias. no sos nadie
si
no leíste el último del
psicopanelista
......
somos
un millón de lectores
alistados
detrás de toda lista
(séptima
toma)
mastica
con el estilo de un verdadero
creyente.
pienso en el libro de hoffer
otra
vez. bien podría limpiar los pisos
su
frustración estándar para que el
carro
siga su marcha. se incrusta el
código
androide de las noticias: varios
elementos
del orden público. elementos.
nopolicías.
tipeo de un ojo aleatorio
sin
lugar a sospechas. sobresale
de
su saco un tejido nohumano.
nada
trágico. el sol te da en la cara
al
bajar del colectivo. todo encastra
y
las cuestiones de estilo se entuban
en
una masa obediente
***
[De:
(Fotografías), inédito]
(bee
gees’s fash-)
NY
1984.
en
un artículo leo que
feminizaron
la moda masculina
con
un toque de glam rock
spray
para el pelo – giros de disco – pista
de
baile. seguramente
la
resistencia de esos conceptos
-palabras
en placas aislantes-
haya
sido dura y
nada
definitiva. da asco
esa
defensa de un patrón A y B:
gobierna
por descargas eléctricas
tu
peinado de basura militar
(Fotografía
#6) Una taza dentro de una película
ya
estamos del otro lado de las primeras imágenes.
lo
que se esperaba no era sino un plano enfocado
con
la delicadeza de un arte
más
o menos conocido. nada de esto.
hace
unos días vi una película en la cual la chica
dejaba
al descubierto ciertos espacios
fuera
del juego trillado de actuar
según
una educación sentimental glamorosa. ella
anteponía
a todo discurso
algo
que no consentía lo esperable. y entonces
todo
era corrido hacia un estado demasiado valioso:
encontrarse
en esos pormenores
en
los que nada hay que cumplir más que lo natural
de
pasar por lo humano sin exponerlo
al
óxido que dejan las ficciones
cada
vez que sacamos un crédito en ellas.
ya
estamos lejos. la taza nada especial y sus personajes
no
nos deben explicaciones.
posiblemente
el tiempo les dé la razón
Creo
que ese es Chuck Berry
varios
pósters y ahí creo verlo:
gibson
roja
congelando
un invento
que
ni los tanques
de
las buenas familias
pudieron
arrollar
salgo
bajo una llovizna breve
y
miro lo bien que sale
esa
coreografía
de
la que no somos parte
Diego L. García nació en Berazategui, Buenos Aires, en 1983. Es Profesor en Letras. Escribe crítica y poesía. Sus últimas publicaciones son: Esa trampa de ver (Añosluz editora, 2016) y Una voz hervida (Jámpster ediciones, 2017).
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